
Maternidad en tiempos de COVID-19: Los esfuerzos que realiza el Servicio de Obstetricia y Ginecología para proteger la salud de gestantes y sus bebés
Esta unidad ha extremado las medidas de prevención de contagios, y a la fecha ya ha atendido a aproximadamente 100 embarazadas diagnosticadas por Coronavirus. Algunas de ellas han pasado por Unidades Críticas, sin embargo, han tenido una evolución satisfactoria.
Durante los últimos meses, algunos de los partos que atiende el Servicio de Obstetricia y Ginecología han requerido medidas de protección especiales, debido a la crisis sanitaria que nos afecta por COVID-19 y a la necesidad que tenemos como Hospital de mantener compensada la salud de las futuras mamás, así como también de sus bebés y el personal médico.
Una de estas medidas es la realización del test PCR -que sirve para detectar el COVID-19- a todas las pacientes que ingresan al servicio, tanto por Urgencia Gineco-Obstétrica, como por el Centro de Atención Ambulatoria de Especialidades (CAAE) de Ginecología. En el caso de las pacientes a las que se les realiza cesárea electiva, se aplica el PCR entre 3 a 5 días previos a su llegada al Hospital, y además se les indica mantenerse en aislamiento hasta que ingresan, momento en el que se entrega el resultado del PCR y se derivan a la unidad correspondiente.
Este servicio ha dividido sus dependencias entre pacientes diagnosticadas por COVID, que se encuentran aisladas, usuarias que arrojan COVID negativo y pacientes que presentan síntomas de sospecha. Para lograr esta distribución, el área quirúrgica se reconvirtió: La zona de recuperación ahora alberga a pacientes COVID+, que en general requieren oxígeno. “Se hizo una especie de UTI/UCI en el área de pabellón del Servicio y se reconvirtieron camas del área quirúrgica para la atención de pacientes de mediana complejidad”, afirma María Elena Apablaza, Matrona Gestora del Servicio de Obstetricia y Ginecología. Para lograr una atención adecuada a estas reconversiones, el Servicio redistribuyó su personal, enviando refuerzos a los pabellones COVID-19+.
El comité IAAS (Infecciones Asociadas a la Atención de Salud) restringió el ingreso de visitas y acompañantes. “El proceso de parto es largo, por eso los acompañantes no pueden entrar a esta área quirúrgica como medida de prevención de contagio”, señala Claudia Sáez, Matrona Coordinadora del Personal.
La comunicación entre pacientes y sus familias se ha visto facilitada gracias al uso de celulares, que tienen permitido ingresar las usuarias. Aquellas que no cuentan con los medios para comunicarse a través de este canal, pueden acceder a un celular del Servicio de Obstetricia y Ginecología y que se gestiona a través de las duplas psicosociales compuestas por una Asistente Social y Psicóloga, que entregan ayuda y soporte emocional a las pacientes. En los casos cuya condición de salud lo amerita, el médico tratante se comunica con la familia directamente.
Gestantes diagnosticadas con COVID-19
A la fecha, el Hospital Félix Bulnes ha atendido aproximadamente 100 gestantes confirmadas por COVID-19. “Desde el momento en que se inyecta la anestesia epidural durante el parto, empieza una baja de presión y por ello se recomienda disminuir al máximo posible los tiempos quirúrgicos”, señala Matrona María Elena Apablaza. Para lograr este objetivo, ingresan dos matronas en lugar de una, como se acostumbra, y así se evita que la paciente caiga en un evento más crítico.
Las futuras mamás confirmadas positivas se alojan con su recién nacido si las condiciones de salud de ambos lo permiten. Para ello, una matrona de apoyo las educa y atiende de manera continua, con el apoyo de el equipo de Chile Crece Contigo. Gracias a esta medida, se mantiene la lactancia materna, según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Chilena de Pediatría (SOCHIPE).
Las pacientes diagnosticadas positivas con el virus que reciben su alta médica son monitoreadas telefónicamente por el Servicio de Obstetricia y Ginecología. Además, estos casos se notifican diariamente a la Atención Primaria de Salud, específicamente a los consultorios donde corresponden las usuarias, para que estos equipos realicen los controles post alta a domicilio.
Aquellas usuarias que no pueden cumplir su cuarentena de manera segura en sus domicilios, son enviadas a una Residencia Sanitaria, de acuerdo a la disponibilidad. Desde el Hospital se les traslada hasta allá junto a sus bebés en ambulancia, luego de haber recibido de parte de sus familiares lo necesario para cumplir la estadía de 14 días.
“También hemos tenido muchas pacientes asintomáticas que han sido diagnosticadas positivas gracias al PCR realizado antes en el momento de su ingreso. A esas pacientes una profesional del Servicio les hace seguimiento telefónico”, concluye la matrona Claudia Sáez.