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10 de Junio de 2020

Hospitalización Domiciliaria en Pandemia: “Nosotros entramos en la intimidad de los pacientes, su familia. Sentimos un compromiso muy grande por hacer todo lo posible por ellos”

Esta unidad solía atender principalmente a adultos mayores afectados por enfermedades invernales como neumonía, sin embargo, hoy cuentan con más de la mitad de pacientes COVID-19, que requieren tratamientos distintos a los acostumbrados. A pesar de esto, el equipo se ha adaptado y permanece unido gracias a la cálida respuesta de los usuarios.

Hospitalización Domiciliaria es una unidad que acoge a pacientes estables que luego de obtener su alta médica requieren continuar con una terapia y tienen posibilidad de hacerlo desde sus hogares, tras una evaluación sociosanitaria a cargo del equipo profesional. Ésta consiste en verificar si el paciente reside dentro de las comunas asignadas: Quinta Normal, Cerro Navia, Renca, Pudahuel o Lo Prado y si cumple con las condiciones mínimas sanitarias para realizar su traslado. Además, se chequea si cuenta con una red de apoyo necesaria para atender los cuidados clínicos.

Los usuarios de Hospitalización Domiciliaria son derivados por otras áreas del Hospital, generalmente Cirugía, Medicina y últimamente la mitad del flujo total de pacientes proviene de Urgencia Adulto y están diagnosticados con COVID-19, pero se encuentran en una condición estable. Estos pacientes son tratados con oxigenoterapia de bajo flujo y se le indica vía telefónica al familiar a cargo las medidas sanitarias que deben tomar en sus casas para cumplir con el aislamiento, además de cómo deben ser las limpiezas y el uso de mascarilla para proteger al círculo cercano del paciente y al personal que realiza las visitas.

El equipo intenta que todos los pacientes terminen sus tratamientos en casa, sin embargo, se les informa al ingresar a la unidad que en caso de una descompensación grave deben volver a Urgencia Adulto o bien recurrir a SAPU si hay riesgo vital. Si están dadas las condiciones, se reprograma su hospitalización y se coordina una ambulancia para el traslado.

La atención que entrega este servicio es continua: Médicos, Kinesiólogos, Enfermeros y TENS atienden los 365 días del año para no interrumpir las terapias de los usuarios.

El equipo visita continuamente a sus pacientes, aunque “a veces por tiempo, porque un paciente se descompensa y requiere más tiempo de atención del programado, puede que no alcancemos a visitar a todos los usuarios agendados”, señala E.U. Lisette Mella, Enfermera Supervisora (S) de Hospitalización Domiciliaria. “En ese caso le hacemos un monitoreo vía telefónica, pero no pasa más de un día y medio sin que los visitemos”, agrega.

La recepción que ha tenido este servicio es satisfactoria. “Los pacientes se sienten más tranquilos al estar en su casa, sobretodo los adultos mayores, porque están en su ambiente y por lo tanto hay menos desorientación”, afirma Lisette. En el caso de los pacientes COVID+, señala: “A las familias generalmente les da miedo la hospitalización en domicilio porque vieron a su familiar muy inestable en el momento que ingresaron a Urgencias, pero nosotros les entregamos contención psicológica y explicamos que hay un criterio médico que lo avala, y ahí cambian su actitud”.  

Respecto al ánimo que mantiene el equipo, afirma la Enfermera Supervisora Subrogante: “Entre todos nos damos harta fuerza y apoyo. Nosotros entramos en la intimidad de los pacientes, a su familia. Sentimos un compromiso muy grande por hacer lo mejor posible por ellos”. Hace algunas semanas, el equipo recibió como muestra de gratitud de una paciente, una bandera chilena que consigna:_“Gracias Hospitalización Domiciliaria y todo el personal de la salud”. “Un día llegaron las chicas a la visita y estaba la bandera puesta. Fue una inyección de energía, nos dio fuerza para seguir a pesar del cansancio”, concluye Lisette.

Respecto al ánimo que mantiene el equipo, afirma la Enfermera Supervisora Subrogante: “Entre todos nos damos harta fuerza y apoyo. Nosotros entramos en la intimidad de los pacientes, a su familia. Sentimos un compromiso muy grande por hacer lo mejor posible por ellos”. Hace algunas semanas, el equipo recibió como muestra de gratitud de una paciente, una bandera chilena que consigna:_“Gracias Hospitalización Domiciliaria y todo el personal de la salud”. “Un día llegaron las chicas a la visita y estaba la bandera puesta. Fue una inyección de energía, nos dio fuerza para seguir a pesar del cansancio”, concluye Lisette.